Lo que nos hace únicos… en dos versiones.
Sabor que impone
La Malcriada no solo sabe a chile y limón: sabe a norte, a antojo, a alma artesanal.
Su origen está en los asadores del norte de México, pero su sabor se adaptó para conquistar botanas, tacos, carnes y mariscos.
Hoy se presenta en dos versiones, cada una con una personalidad distinta, pero con el mismo carácter:

El tamaño sí importa
Sabemos que no todos comen igual ni pican igual. Por eso La Malcriada está disponible en diferentes tamaños: para probar, para compartir… o para no quedarte sin ella.
Tamaños sugeridos (ajustables según inventario real):

Tu comida merece algo mejor.
El ingrediente que faltaba está aquí. Y sí, lleva limón de verdad.
A donde va, antoja
La Malcriada no es de esas salsas que se quedan en el refri. Donde llega, roba cámara… y abre el apetito.
Sirve para más de lo que imaginas:





