¿Eres amante de los mariscos? Prepárate para probar una receta que elevará el sabor de tus camarones al siguiente nivel: Camarones Malcriados. Con mantequilla, un toque de cítrico y de picor cortesía de Salsa La Malcriada etiqueta negra, estos camarones se convertirán en tu platillo estrella para cualquier ocasión. ¿Listo para llevar el sabor del mar a tu mesa?
Ingredientes (para 4 personas):
- 500 g de camarones limpios y pelados (puedes dejar la cola para mayor presentación)
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 dientes de ajo finamente picados
- 2 cucharadas de Salsa La Malcriada etiqueta negra
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco picado para decorar
Pasos para Preparar los Camarones Malcriados
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Prepara los camarones: Enjuaga bien los camarones y sécalos con papel absorbente. Sazónalos con sal y pimienta al gusto.
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Derrite la mantequilla: En una sartén grande a fuego medio, derrite la mantequilla hasta que comience a burbujear ligeramente. Agrega el ajo picado y sofríe durante 1 minuto, evitando que se queme.
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Cocina los camarones: Añade los camarones a la sartén en una sola capa. Cocina durante 2-3 minutos por cada lado, hasta que tomen un color rosado brillante.
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Agrega el toque especial: Aañade Salsa La Malcriada etiqueta negra al gusto. Revuelve bien para que los camarones se impregnen de sabor.
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Sirve y decora: Retira los camarones del fuego y transfiérelos a un plato. Decora con perejil fresco picado y un chorrito adicional de Salsa La Malcriada si quieres intensificar el picor.
Sugerencias de Acompañamientos
- Arroz blanco o al cilantro: Un acompañamiento suave que equilibra el picor.
- Verduras al vapor: Brócoli, zanahorias y calabacitas como opción ligera y nutritiva.
- Tortillas de maíz o tostadas: Para disfrutar los camarones al estilo mexicano.
Tips Extra
- Si prefieres un sabor menos picante, utiliza Salsa La Malcriada etiqueta amarilla para un toque más cítrico.
- Agrega un poco de vino blanco a la sartén antes de cocinar los camarones para intensificar los sabores.
- No sobrecocines los camarones; cocinarlos demasiado puede hacer que queden gomosos.